Esta receta es una adaptación de la torta vegan de zanahorias y arándanos que posteé hace casi un año. La llamo indistintamente pan o budín, porque según el país, se adapta el término. En Argentina difícilmente la llamaríamos pan, sí en EEUU, y tal vez en España le digan bizcocho.
Las proporciones están variadas, porque empecé con más harina.
2 tazas de harina de salvado (wheat)
2 manzanas deliciosas, bien jugosas, cortadas finas, con un poco de cáscara si quieren.
1/4 de taza de aceite
1/2 taza de azúcar (podría haber sido más generosa, pero en casa los postres muy dulces no nos gustan)
2 cucharitas de polvo para hornear (baking powder)
Especias varias: cardamomo, canela, jengibre
Agua, cantidad necesaria hasta que quede una preparación bastante húmeda, pero no de mezcla de torta. La receta anterior dice 100 ml, pues yo habré puesto unos 200, compuestos por agua, tres cucharitas gordas de puré de manzanas (comprado) y dos chorritos de agua de rosas.
ERROR: y aquí está mi lección. He leído al azar recetas varias con agua de rosas, y sólo se echan dos gotas, o un poquito más, pero con dos chorritos, quedó un sabor muy raro, que no diría es desagradable, si uno tuviera el hábito. Mi esposo dijo que tenía un ligero sabor a remedio, y con razón, opino lo mismo. Hubiera sido mejor usar esencia de vainilla, será la próxima.
Se mezclan los ingredientes, y se ponen en un molde de pan aceitado (la verdad, yo prefiero usar manteca, porque no me interesa que salga perfectamente vegan)-
Se cocina en horno bajo-moderado, 400oF, me llevó unos 40/45 minutos aproximadamente.
Asegúrense que toda la harina quede humectada, al volcar la mezcla ví que un poco quedó seca y la tuve que desechar.
Otro consejo: para que quede más húmeda la textura tendría que haber usado más manzanas. Sucede que algunas porciones me quedaron con más masa y esas partes no son tan ricas. Si ya han clickeado el post de la torta de zanahorias, se habrán dado cuenta que me había quedado mucho más ¨mojada¨ y la consistencia fue distinta, además me costó cocinarla. Creo que la clave de esta receta es encontrar el punto justo de humedad.
Como ven, ha sido un pan de prueba y error pero es tan fácil de hacer que no dudo repetiré la receta con las mejoras correspondientes.