Posteo esta foto como metáfora de mi estado de ánimo el 4 de Julio, día de la Independencia de EEUU. Todo había salido bien, es un día de fiesta y salidas al aire libre. Pero al llegar al casa, veo a mi hija menor cocinando una cantidad de donas (donuts) veganas y en ese momento me cambió el humor.
Había chocolate desparramado sobre la vajilla, el piso, los repasadores, el mueble de cocina.... Una cantidad de bols en uso, cubiertos de distintos tamaños, picadora, mezcladora, etc etc. Hasta la heladera mostraba huellas de manos sucias.
Intenté estar amigable, pero al cabo de más de una hora que la situación continuaba, con otros sabores de puré de manzana, vainilla, etc, perdí la paciencia y todo terminó en pelea y una determinación para que la cocina quedara en condiciones habitables o ya se verían las consecuencias.
Mi hija de 20 años limpió, pero nada quedó reluciente como debiera.
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Yo comencé a cocinar a su edad. La gran diferencia, mi mamá estaba a mi lado explicándome, paso a paso, los fundamentos de una cocina básica argentina, proveniente de España e Italia (en mi casa).
Mis hijas me piden que les mande por email las recetas que necesitan del blog, lo cual es una alegría para mí (mi objetivo cumplido), pero luego hacen modificaciones basadas en veganismo y vegetarianismo. Y ahí surge el problema, mamá no puede participar, mamá no sabe nada de veganismo y no hay nada mejor que los videos de You tube.
Vegan samosas. Screen shot de http://www.hotforfoodblog.com/recipes/2010/09/26/vegan-samosas?rq=samosas
La foto de arriba es una de las recetas que mi hija preparó, siguiendo paso a paso, literalmente, la receta. Le salieron muy ricas por cierto. Considerando su tiempo de supermercado, amasado de las tapas de samosas, preparación, cocción, etc, sin limpieza, debe haber tardado unas 6 horas. Lo peor, fueron hechas un día de una reunión en casa con amigos. Consecuencia, los amigos llegaron y la cocina no estaba ¨presentable¨ aún.
Hablando con su papá al respecto, me dice que debiera estar contenta que la nena no estuvo horas durmiendo, que es muy activa, trabaja, estudia, y si además cocina, es una linda actividad creativa.
Unos días después, encontré el artículo de Phil Daoust que si bien está dirigido a los cocineros profesionales que escriben y muestran sus recetas on line, me hizo sentir que no estaba equivocada al fin de cuentas y que gran culpa de estos inconvenientes lo tienen aquéllos que postean para un público masivo.
Voy a saltearme su orden de los diez consejos, e incorporaré los míos, pero básicamente:
.- No escribir tanto y mostrar más imágenes
.- Considere que podría ser que la persona que lea su receta cocine para él/ella solamente. Aclare bien para cuántas personas son los ingredientes y que no pase como en casa, que al cabo de unos días termino tirando lo que sobra de lo que la nena ha cocinado.
.- La cocina hay que limpiarla. Por favor, no muestren videos con cantidad de vajilla en uso para ser más ¨fancies¨. El joven aprendiz hará lo mismo, sin pensar en el lavado.
.- Los ingredientes. Algunos son exóticos y no es fácil conseguirlos. Sugerir reemplazos o promover la creatividad.
.- No establecer dogmas. Quién dijo que es obligatorio cocinar la pasta con un chorrito de aceite (yo no suelo usarlo) si sólo basta con revolver? Mi aporte: porqué el agua para el arroz debe estar hirviendo al echarlo? Mi mamá se sorprendía de verme cocinar el arroz con el agua fría al principio. Nunca notó la diferencia.
.- ¿Porqué tanta sal y pimienta? ¿Porqué tanta grasa? Nuestros jóvenes serán los viejitos de mañana.
.- El punto 8 de la nota es un comentario directo a Jamie Oliver. Basta de las pretendidas recetas de 30 minutos! Doust le recuerda que la gente no tiene su práctica, y que no hizo tal receta una cantidad de veces.
.- Pido un poco de humildad. Nadie nació sabiendo pero una mamá que cocina hace más de treinta años, algo debe saber, verdad?
.- Evitar accidentes. He visto cómo a mi hija se le incendiaba una cacerolita con aceite hirviendo, unos minutos después que le dije ¨no vas a poner agua a la cacerola¨. Un desastre, el aceite volcó por todos lados y lo que cayó sobre la hornalla prendió fuego. Otra costumbre típica, no dejen las asas de las sartenes hacia los lados de una cocina que no tiene mesada.
No he de seguir, porque hay tantos consejos. Aún recuerdo a mi abuela leyendo el libro de Doña Petrona, o a mi suegra con el librito de Royal, éste último sin imágenes, mucho había que imaginar.
Pero todo se hacía con una latita, unos huevos, harina, leche........ Todo tan sencillo y no por eso menos delicioso.
Los videos y las ansias de ser conocidos han llevado al colmos del exotismo, y tengan presente que no siempre el que publica sabe cocinar. Requiere muchos años de experiencia imaginar cómo será la receta terminada. Por mi lado, no he terminado de aprender.
PS. Tengo que reconocer que este sitio hotforfood tiene recetas riquísimas.
Lo que más terror me da cuando los jóvenes entran en la cocina es que luego parecen que no ven la suciedad y como tú dices un montón de cacharros sucios y el chocolate es que es muy escandaloso, no se puede disimular, jajaja, habrá que tomárselo con calma, seguro que al final aprenden.
ReplyDeleteBesos.
Muchas gracias Ana, un beso!
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