Como ya les adelanté, y gracias a los consejos de los lectores, compramos una máquina para hacer helados y la estrené con el de mango. Estamos encantados porque sí salen más cremosos.
La receta la saqué de Utilísima, salvo por el agregado del extracto de vainilla, porque aún los mangos no estaban tan dulces.
Ante todo, tengo dos preguntas para los que son expertos en los helados:
1) ¿Porqué casi todas las recetas con frutas llevan un poco de jugo de limón?
2) Usando la heladora, con una receta que lleve almíbar (como la del ananá abajo) ¿Queda ¨escarchado¨?
INGREDIENTES:
300 grs de pulpa de mango
Un poquito de jugo de limón
150 grs de azúcar impalpable (powdered sugar)
300 gr de crema (nata de leche, heavy whipping cream)
Un chorrito de esencia de vainilla (mi opcional)
Procesamos la pulpa de mango con el limón; batimos en un bol la crema a 3/4 de punto con el azúcar impalpable; unimos con espátula la pulpa del mango. Seguir las instrucciones del fabricante, yo dejé el bol 2 hs en el freezer, luego lo pasé a la máquina y demoró 15 min. en hacerse.
Si no tienen máquina, hay que ponerlo en el freezer y batirlo cuatro veces en una hora (así dicen...).
Sin embargo, éste proceso lo seguí con el helado de ananá (aún no teníamos la máquina) y no obstante, me quedó con cristalitos. Además la textura que ven es por el mismo ananá, parece que hubiera coco rallado adentro, pero no. La receta está sacada de cocinerosdeverdad.com
NOTA al 20 de marzo de 2012: acabo de leer la receta de Gloria y, como me dijo mi hija mayor ayer, parece que lo que hice no es helado de ananá sino SORBET que es el que queda con una textura menos cremosa por el agregado de agua. Con lo cual, me siento más animada.
Acá les dejo la receta del sorbet de frutos rojos de Gloria:
INGREDIENTES:
1/2 l de agua
8 rodajas de ananá procesadas
Jugo de 1 limón
200 g de azúcar
200 g de crema de leche
Procedimiento:
Preparar un almíbar liviano con el agua y el azúcar.
Dejar enfríar y mezclar con la fruta y el jugo.
Añadirle la crema de leche batida.
Mezclar bien y llevar al congelador.
Sacar una hora después, batir o procesar y volver a llevar al congelador.
El post dice además que podemos reemplazar el ananá por 3 bananas y así tenemos helado de banana.
NOTAS: Estaba pensando que usando leche condensada, no hay necesidad de usar máquina, que el problema es la incorporación del agua.
Otra versión del helado de mango es dejar los trozos de mango toda la noche en la heladera con azúcar granulada, así , el azúcar se convierte. Pero es más rápido con la impalpable, aunque pienso que le cambia un poco el sabor. No opino demasiado porque soy novicia en el tema, ya veremos a lo largo del verano...
Foto de Creative Commons que acompaña al artículo de la referencia
Acá les dejo unos párrafos interesantes sobre la historia del helado argentino, y el link de la referencia. Modestia aparte, el helado artesanal argentino es excelente :)
La mayoría de los productores de helados artesanales de la Argentina vienen de familias oriundas de la zona del Veneto o de Cortina d’Ampezzo, aunque el desarrollo de la industria del helado artesanal comenzó en la Lombardía (no obstante, los sicilianos aseguran que ellos fueron herederos de los árabes en la preparación del sorbete). Lo cierto es que durante gobierno de Mussolini hubo una modernización industrial que dejó a muchos dueños de anticuados talleres del norte de Italia sin trabajo. Algunos aguzaron la imaginación e hicieron carritos para helados de hojalata y se convirtieron en heladeros.
Pues bien, nuestro muy criollo helado le debe mucho a los inmigrantes italianos que trajeron sus conocimientos de ultramar, y si bien no somos de los mayores consumidores de helado per capita a nivel mundial (en 2006 estábamos doceavos en la tabla internacional, con 4 kilos anuales por persona), el helado vernáculo está muy bien conceptuado.
Según dice la AFADHYA (Asociación de Fabricantes de Helados Artesanales y Afines), “hasta mediados del siglo XIX, el hielo llegaba a nuestro país desde Inglaterra o los Estados Unidos en barras envueltas en aserrín. Los primeros en servir refrescos helados fueron el "Café de París", el "Café de las Armas" y el "Café de los Catalanes".