Un cuadro de Gustave Klimt recreado con vegetales por el artista chino Ju Duoqi. Imagen bajada de dumage.com
Ante todo, quiero decirles que soy un poco escéptica porque he conocido un vegetariano estricto, que practicaba ayuno, gimnasia, no tomaba alcohol, y murió injustamente de cáncer de colon. Sin embargo, una vez un médico me dijo que una de las tribus de Africa (perdón, no recuerdo cuál) no conocía el cáncer de intestinos porque jamás comían carne. Me gusta este artículo porque no es determinante, sino que muestra una estadística que desde mi punto de vista es más realista, y por supuesto, nadie puede obviar la carga genética, somos más o menos propensos a ciertas enfermedades según lo que heredamos de nuestras familias.
Vincent Van Gogh recreado con vegetales, por el artista chino Ju Duoqi. Imagen bajada de dumage.com
Del diario Clarín, la nota de Sibila Camps en la sección Salud:
¨En las últimas tres décadas, los estudios epidemiológicos sobre cáncer y nutrición han mostrado que la ingesta de determinados alimentos, el peso y la actividad física tienen incidencia en algunos de los tipos de cáncer más frecuentes. “Se estima que un tercio de los casos de cáncer se podría prevenir con hábitos alimentarios saludables”, plantea el doctor Carlos Markmann, quien coordinará el simposio ‘Nutrición y Cáncer’ durante el XVIII Congreso Argentino de Nutrición.
“En los países en vías de desarrollo se observan altas tasas de cáncer de la parte superior de las vías aéreas y del tracto digestivo, estómago, hígado y cuello uterino; mientras que en los países desarrollados suelen registrarse altas tasas de cáncer de colon, recto, mama, útero y próstata”, revela Markmann, también especialista en diabetes y nutrición.
“No hay alimentos cancerígenos”, aclara el doctor Hugo Montemerlo, médico nutricionista y especialista en medicina interna. Si bien el estudio de la dieta como factor de riesgo no es simple, debido –entre otros motivos– al largo período de latencia hasta que la enfermedad se manifiesta, diferentes investigaciones llevan a relacionar la ingesta de determinados alimentos con una menor incidencia de cáncer.
Verduras, frutas y cereales integrales encabezan las guías alimentarias saludables, porque contienen fitoquímicos, “que en estudios de laboratorio con animales han demostrado proteger contra el cáncer –señala Markmann–. La acción anticancerígena de la vitamina A estaría relacionada con su poderoso efecto antioxidante, y con su eficacia para suprimir la actividad en los oncogenes”, que son los responsables de la transformación de una célula normal en una maligna que desarrollará un determinado tipo de cáncer.
Estudios de laboratorio han revelado que otro antioxidante, la vitamina C –presente en vegetales y frutas verdes y amarillas–, inhibe la transformación maligna y reduce el daño cromosómico. Varias investigaciones coinciden en su efecto preventivo en el desarrollo de tumores, en especial en los cánceres de estómago y de mama.
El alfa-tocoferol de la vitamina E –que se encuentra en las semillas enteras, el germen de los granos y los aceites extraídos de ellos–, tendría un efecto inhibidor sobre el crecimiento de las células prostáticas. La vitamina E es otro potente antioxidante, capaz de aumentar la inmunidad celular.
En cuanto a la ingesta de fibra, Markmann menciona un estudio reciente llevado a cabo en diez países europeos, que demostró una reducción del 42% en el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. “La fibra, presente en frutas y verduras, acelera y regulariza el tránsito intestinal. Cuando el alimento permanece muchas horas en el intestino, se forman sustancias tóxicas en relación con ácidos biliares, que son precancerígenas”, explica.
En cuanto a las grasas, depende de su tipo. Las monoinsaturadas –en las que es rico el aceite de oliva– han sido relacionadas con una reducción del riesgo del cáncer de mama. A la inversa, “se sabe que hay una asociación entre la epidemia de obesidad y la epidemia de diabetes, y el aumento de la incidencia del cáncer, especialmente de mama –apunta Montemerlo–. Si una paciente con cáncer de mama tiene sobrepeso, hay que hacerla bajar porque la cantidad de grasa en el organismo favorece la presencia del tumor”.
“Características propias de la obesidad, como alteraciones hormonales, inflamación crónica, cambios anatómicos y sedentarismo, se vincularían con el incremento de la prevalencia del cáncer”, agrega Markmann.
Montemerlo, por su parte, se ha especializado en manejo nutricional de pacientes con cáncer. “Gracias a los avances de muchos tratamientos –radioterapia, quimioterapia, cirugía y drogas–, el cáncer se ha transformado cada vez más en una enfermedad crónica, por lo que la nutrición también ha pasado a tener mayor importancia”.
“Para reducir el riesgo de cáncer –concluye–, hay que tener una alimentación lo más ajustada posible al gasto calórico y proteico de cada individuo, lo más variada posible, y lo más natural posible, de acuerdo con la edad, el sexo, el peso y las enfermedades concomitantes, como hipertensión, insuficiencia cardíaca, diabetes u otras”.
Miryam, yo le tengo mucho miedo a los pesticidas que se le ponen a las verduras. En las quintas, no existe control. Cada uno le pone tratando de que su producto sea perfecto a la vista y no al estómago del consumidor.
ReplyDeleteCon respecto a las rabietas, yo hago lo mismo
Cariños
Hola Norma, tenemos almas gemelas, jajjaaa, salir de shopping me distrae, pero prefiero ir sola porque mi marido pone cara larga, no lo soporta.
ReplyDeleteLos pesticidas, tenés razón, yo lavo incluso la verdura que viene lista para consumir en el paquete.
Besos,
Myriam, llevas toda la raon del mundo, que estamos comiendoooo ??? por Dios , qu enos van a exterminar cualquier dia, yo procuro cuidar mucho la alimentacion de mi familia. Bonitos cuadros, muy ingeniosos.
ReplyDeleteBesitos guapa
Gracias Tremendita, la verdad, creo que le temo más a las arterias tapadas, mi papá murió con serias amputaciones, le temo al colesterol porque eso sí lo podemos controlar. Con el cáncer, creo que a la larga es más el destino. Pero no dejo de comer vegetales, ya ves la cantidad de posts que tengo con verduritas.
ReplyDeleteUn beso,
Excelente entrada, me ha encantado tu blog y me quedo siguiéndote desde Venezuela.
ReplyDeleteSaludos y un beso.
Hola Myriam, Qué tema tan complicado, nunca sabremos si lo hemos hecho bien o no. Lo que tenemos que tratar de hacer es lo que tu practicas, que es nutrir bien a tu familia desde el comienzo, cualquier esfuerzo hay que comenzarlo a edad muy temprana para crear buenos hábitos. Cada uno carga con sus propios miedos, en mi familia hay mucho antecedente de Alzheimer, eso me aterra!
ReplyDeleteGracias Azúcar, canela... Pasaré a visitar tu blog más tarde.
ReplyDeleteUn beso,
Hola Pamela, al menos mis hijas, han aprendido, anoche la menor (14)se preparó una súper ensalada, ya ni me preguntan sobre combinaciones. Con los hombres de casa, es más difícil. El Alzheimer, sí, también da miedo porque perdés la cordura, desgraciadamente. Todo tiene su lado malo, pero intentemos hacer lo posible para no complicar más las cosas.....Cariños,
ReplyDeletePrecioso arte con vegetales. Muy buen post, gracias por la info.
ReplyDeleteAbrazos
Myriam...Este tema me interesa mucho y justamente estos días ví un video muy bien hecho sobre la alimentación y las enfermedades. Te paso el link http://www.youtube.com/watch?v=9naaMoK6G-I&feature=related
ReplyDeleteEstoy muy segura de que el camino que hay que tomar es comer lo mas sano y natural posible. Un beso grande!!!
Gracias Mari y Caro, veré el video entonces, el link entra directamente desde mi gmail,
ReplyDeleteBesos,