Ensalada de calabacita (butternut squash) con marshmallows

Ha comenzado la temporada de calabazas, y ya los supermercados exhiben una gran variedad, digna de cuadros de naturalezas muertas. Más belleza que gusto, en general, estas calabazas enormes no saben a nada, y la gente termina tirándolas.

La foto no es muy buena, la saqué en Jon´s, y me perdí de sacar en otros lugares con góndolas mejor decoradas.

Primer paso en estos lares: comprar una calabaza y ponerla en la puerta de la casa (o más de una); segundo, ahuecar alguna con una sierrita especial, y darle cara de Jack O´Lantern, poner una vela adentro. Mi hija menor tuvo su concurso en el colegio, años atrás, e hizo a Jack antes de tiempo, de tan entusiasmada que estaba, su calabaza se pudrió lentamente (claro, ya estaba abierta) y apenas llegó a destino. A veces las venden con caritas pintadas, para evitar este problema, pero no es lo mismo, es mucho más bello ver la luz tenue de la vela adentro.

Lo más curioso para mí, es que no hay en California, y no sé si en el resto del país, más recetas de calabazas que el famoso Pumpkin Pie, que es una tarta dulce, con zapallo comprado en lata (¡). El resto, se tira. Seguiré aún con las calabazas, tengo dos grandes en la heladera esperando su turno de ser procesadas.

Lo interesante de esta ensalada es la combinación de sabores, colores y texturas. El toque principal, son los marshmallows combinados con las cascaritas secas de naranja. Para tener listas las cascaritas, cuando coman una naranja, la pelan sacando sólo la piel naranja, y la ponen en el horno, a muy baja temperatura, hasta que las noten sequitas. Así duran bastante, yo intenté una vez dejarlas secar sobre la mesada, y se pudrieron. Lo hice en dos tandas de horno eléctrico, y la segunda vez no noté que mi hijo me lo cambió a ¨tostar¨, así que con zoom verán algunos extremos oscuritos.

Hacemos un colchón de lechugas limpias, en hojas enteras o cortadas. Arriba, unas rodajas de pepino (cucumber) muy finas con la cáscara (así quedan crunchy). Por arriba, rodajas de remolacha (beets) cocida (si prefieren crudas, mejor las rallan); coronamos con una buena porción de zapallo cubeteado cocido al microondas o al horno, para que no se llene de líquido. Por arriba, esparcimos mini marshmallows y trocitos de piel de naranja seca. El dressing, sugiero alguna vinagreta que corte el sabor dulce.