Historias y leyendas del café; tipos según su elaboración

Imagen de endlesscoffeecup.com

A lo largo de los años he perdido el hábito de tomar esas tazas enormes de café para mantenerme despierta en las largas noches de estudio. Aunque más que tazas humeantes, en verano me preparaba vasos de café fuerte con limón y hielo. Por supuesto, a este blend le podemos agregar azúcar, licor. O, nos podemos preparar un licuado con naranja, cascaritas de naranja y café negro, como el de la foto.

La famosa infusión tiene sus leyendas. La más popular, dice que un pastor llamado Kaldi,  del Sur de la Península Arábiga, encontró a sus cabras bailando alrededor de un arbusto de hojas verdes con unas frutitas rojas. Kaldi determinó que esas frutas rojas eran las que causaban la euforia peculiar, y luego de probarlas él mismo, sintió su poderoso efecto. Este efecto estimulante fue luego explotado por los monjes de un monasterio local, para mantenerse despiertos durante las horas de plegarias, así se distribuyó a otros monasterios en el mundo.

La otra versión de la leyenda, aceptada por musulmanes, judíos y cristianos, cuenta que el arcángel Gabriel hizo con los frutos de ese arbusto un brebaje muy oscuro para darle al profeta Mahoma, quien estaba enfermo y deprimido; así logró devolverle su salud y fortaleza.

Cafeto. Imagen de jacoffa.com

Según la National Geographic, la evidencia botánica reciente sugiere un origen distinto, su cultivo se realizaba desde el SVI en Etiopía Central. En esa época, los africanos hacían primitivas barras de proteínas, que eran unas bolas ricas en café y grasa animal.

De África, el café pasó a Arabia; entre los años 1000-1600 el café ya se tomaba en Arabia como lo conocemos al día de hoy, a los fines de atender los rezos. De allí se extendió a la India; posteriormente, durante el imperio Otomano, los turcos lo llevaron a Viena cuando estaba sitiada en 1683; luego pasó a la alta sociedad francesa. Los holandeses, que no pudieron hacerlo crecer en sus jardines, lo llevaron a Indonesia. En el período colonial, los franceses lo plantaron en sus colonias centroamericanas y gracias a los jesuitas, se extendió hacia Sudamérica.

Con respecto a sus aplicaciones, en el S XVII ya se utilizaba el café en la cocina de Inglaterra, en mezclas compuestas de café, manteca, mostaza, avena y cerveza.

Imagen de ecafe.com.sa

Del artículo ¨El café: Esa bebida exótica y reconfortante¨, de Alicia Anavi y Leticia Radavero en msn.com, reproduzco los tipos según su elaboración:

Café turco: Se elabora hirviendo el café. Este se prepara al moler el grano de café en un polvo fino, luego se agrega agua y se lo lleva a hervor por solo un instante en un recipiente llamado cezve. Como resultado se obtiene un café con aroma fuerte con una capa de espuma en la superficie y sedimento en el fondo, que no se toma.

Café expreso: Este método fuerza al agua caliente por presión a que pase a través del café molido. Como resultado de elaborar el café bajo alta presión el expreso es de sabor mucho más concentrado, con espuma de color marrón rojizo en la superficie.

Capuccino: Este es un café expreso servido con leche humeante y espumosa por haber sido calentada en la máquina, sirviéndose con cacao o canela molida.

Café vienés: Se hace con granos de café tostados oscuros y se sirve con un poco de crema batida y endulzada aromatizada con canela y nuez moscada

Café irlandés: Se caracteriza por tener una parte de whisky irlandés y un copo de crema.  

REFERENCIAS

http://estilodevida.latam.msn.com/articulo_grupoq.aspx?cp-documentid=25252261

http://www.nationalgeographic.com/coffee/ax/frame.html
Tortas con café:
Leicaj
http://recetasparamishijos.blogspot.com/2010/09/leicaj.html
Budín de naranja y café
http://recetasparamishijos.blogspot.com/2010/08/budin-de-naranja-y-cafe.html