Podríamos decir que esta es una versión de pollo al champignon versión cazadora o viceversa. Es una combinación de ambos platos con un toque distinto: la salsa de soja, que queda de maravillas porque le da sabor y un color más amarronado a la salsa.
Para tres personas yo usé:
3 pechugas de pollo medianas
1 cebolla chica
3 tomates perita
2 cucharadas de manteca
Tomillo, orégano, romero, perejil, salvia
un buen chorro de vino blanco seco (al que pueden agregar un poquito de cognac)
3 cuch. de salsa de soja
1 bandejita de champignones, en la foto son baby Portobella.
Preparación:
Cortar la cebolla en tajadas (yo preferí más bien gruesas), los champignones por la mitad más los tronquitos, los tomates cubeteados chicos.
Rehogar las pechugas en manteca y dejar aparte; no necesitan cocinarlas totalmente. Si quedara grasa en la cacerola, desecharla, y poner un poco más de manteca.
En la misma cacerola, rehogar las cebollas y los champignones. Agregar la salsa de soja, el vino, los tomates cubeteados, las hierbas y el pollo. Salar levemente el pollo (recordar que la salsa de soja es salada). Cocinar unos minutos más hasta que el pollo esté listo.
Nota: si dejan las pechugas en su tamaño original, tardarán más en cocinarse y la salsa se consumirá, con lo cual tendrán que agregar agua y ya no será lo mismo. Es mejor cortar las pechugas a la mitad así se cocinan rápidamente y las cebollas y champignones no se deshacen.
Guarnición de hoy: papitas al horno aderezadas con manteca, sal y pimentón dulce (paprika)
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