Esta sopa es deliciosa y excelente para engañar a los chicos que no quieren comer guiso de lentejas.
Hervir lentejas en agua con hierbas finas (tomillo, orégano, salvia, albahaca) y alguna hoja de laurel. Para tres comensales, serían 1 taza y media de lentejas, aproximadamente. Pido disculpas porque jamás sé las medidas; todo, salvo las tortas, lo hago intuitivamente. Si sobra agua de la cocción, no importa, la usaremos para el caldo. Retirar la hoja de laurel.
Cortar trocitos de cebolla en un volumen igual al de un tomate perita y rehogarlos con un poco de manteca junto con un diente de ajo, picado grueso, que no se les queme... Cuando empieza a dorarse, agregar un tomate perita grande, cortado en cubitos y agua suficiente como para la sopa. Cocinar con caldo concentrado de verduras durante un rato.
Pasar esta sopa a la licuadora junto con las lentejas. Licuar. Pasar a la cacerola nuevamente.
Atención: si se quiere guardar alguna porción en el freezer o heladera, separar dicha porción ahora.
Luego, agregamos a la sopa que hemos de servir en el momento, un buen chorro de leche o crema (nata de leche), hervimos y ya está lista para servir. Cuando decidimos tomar la sopa guardada en la heladera o freezer, recién entonces le agregamos la leche o crema.
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