Esta torta la creé según las recetas de muffins y masitas de lavanda; así es su historia: mi vecina se ha mudado, y yo me quedé al cuidado de su planta seca de lavanda, la estoy regando, esperando que tal vez reviva. A su lado, tengo mi planta de lavanda, que casi se muere en el invierno, -bastante duro este año-; luego de ser podada, está brotando otra vez y tenía una espiguilla de flores.
Estaba pensando en cortar la lavanda de mi ex vecina y ver si brotaba también, entonces decidí guardar sus flores secas para masitas. Sin embargo, tenía una manzana dando vueltas en la heladera, y cambié de opinión.
Mi duda era cuánto poner de flores para no pasarme con el gusto, más considerando que iba a sacrificar mi espiguilla fresca. Pero no me equivoqué y acerté bien, quedó una torta esponjosa, un poco húmeda y un aroma y textura delicioso. Me sorprendió al cortarla ver el color levemente amarronado, supongo que las flores tienen que ver con esto. Yo usé un tercio menos de ingredientes, pero, para una tortera tradicional, necesitamos:
3 huevos
¾ de taza de aceite vegetal
1 ½ taza de azúcar blanca
Extracto de vainilla
Una pizca de sal
2 cucharitas de bicarbonato de Sodio (baking soda)
2 manzanas chicas peladas y cortadas en muy pequeñas rodajas.
2 cucharitas de polvo para hornear (baking powder)
2 tazas de harina común (multipurpose)
4 espiguillas de flores de lavanda sin el tallo, obviamente.
Elaboración
se baten los huevos y el azúcar hasta conseguir una mezcla muy cremosa. Poco a poco se añade el aceite y los demás ingredientes; por supuesto la harina con el polvo para hornear y el bicarbonato, se agregan con tamiz en forma de lluvia al final.
se baten los huevos y el azúcar hasta conseguir una mezcla muy cremosa. Poco a poco se añade el aceite y los demás ingredientes; por supuesto la harina con el polvo para hornear y el bicarbonato, se agregan con tamiz en forma de lluvia al final.
Poner la mezcla un molde de torta enmantecado y enharinado. Advertencia: yo no usé el molde de torta, sino uno de budín inglés, y me llevó más tiempo para que se cocine en el medio, con lo cual, se me tostó un poco arriba. Hubiera sido mejor usar el otro molde, pero mi idea era dejarla como budín.
Para evitar que se queme el fondo de la torta, poner sobre el piso del horno una fuente con agua. Entiéndase que no es baño María.
Se coloca la fuente en el horno a 180º o 500º F durante (tal vez) 45/50 minutos hasta que la parte arriba está bien dorada. Para comprobar que esté hecha la torta, se pincha con un palillo. Si sale limpio, está lista. Si sale algo mojada, hace falta unos minutos más. Colocar sobre una rejilla para que se enfríe.
Para terminarla con el glasé, la desmoldamos fría y mezclamos una taza de azúcar impalpable con dos cucharas de agua o de leche. Buscamos la consistencia deseada, vertimos sobre la torta chorreando.
En casa les encantó y ahora papá pregunta si la próxima receta la haré con shampoo ...;)
Doy fé que la lavanda es maravillosa en repostería, una vez hice unas galletas con hojas de lavanda y quedaron maravillosamente fragantes, imagino que el aroma de las flores le da un toque de sutileza a esta torta que se ve además muy, muy suave.
ReplyDeleteTe felicito, todo un acierto!
Sí Milena, como dices, la lavanda le da un aroma divino, yo uso flores y hojas, algunos recomiendan sólo las flores. Un beso y gracias por pasar,
ReplyDeleteMyriam